Desde mi formación se me ha inculcado la importancia de la ética y los valores en la práctica del ejercicio profesional.
Tal cómo figura en el artículo 6 del código deontológico el respeto a la persona, la protección de los derechos humanos, el sentido de resposabilidad, la honestidad y sinceridad con los clientes debe regir la actividad.