Para comprender el impacto que el contexto de lo denominado Industria 4.0 tendrá en el trabajo y la organización del mismo no se puede tener una única visión basada en la tecnología sino también en las personas aplicando la tecnología. Ya que esta por sí sola no aportará nada más que confusión si no hay una estrategia detrás y unas personas con creatividad y habilidad para la gestión de un cambio de tal magnitud que hace tambalear todas las estructuras de una organización.
Por ello ya existe un nuevo concepto como es el Talent Mismatch que identifica la escasez de talento como uno de los mayores riesgos a la hora de implantar 4.0. El éxito de estos proyectos radicará en la capacidad de adaptación de las personas como aquellos capaces de aportar racionalidad y emoción humana en los procesos, productos y modelos de negocio.
Las nuevas formas de organización son las estructuras más planas, creadas en base a equipos que se responsabilizan de procesos completos, sin departamentos ni prácticamente estructura. Con áreas enfocadas al cliente y autogestionadas. En contextos que se mueven por retos, y que aseguran una alta implicación y un impulso en el equipo incomparable con ninguna metodología, software, IA, app, y/o automatización.
Este cambio demanda nuevos perfiles enfocados a la Resolución de problemas complejos, Creatividad, Gestión Emocional. Con nuevas formas de Liderazgo cuyo objetivo sea la creación de espacios para favorecer la creatividad, la innovación y el flujo de conocimiento.
En mi experiencia como profesional al iniciar un proyecto en este contexto, desde la visión de las personas, realizo inicialmente un análisis y diagnóstico de la situación actual de la empresa hasta la redefinición de sus valores, políticas corporativas, organigrama, perfiles de trabajadores y sus competencias, funciones y responsabilidades.
Es un modelo de gestión del cambio basado en la implantación de una batería de herramientas especificas cuya aplicación busca la transformación de los hábitos de las personas en el día a día y de esta forma provocar un cambio en la cultura.
Culturas que inspiran el cambio y promueven el conocimiento, que son facilitadoras de detectar nuevas ideas y necesidades, que estimulan el reconocimiento positivo, promueven la comunicación y aprovechan el talento.